POR LA SENDA DE LEOPOLDO PANERO
Por la mano de
Leopoldo la sangre de los Panero asoma.
Y camina como arriero
por la Maragatería
y piensa en su poema
de la Sequeda
y va a morir
sin saberlo,
se le va acabando el
aliento
en el lugar que fue su
reino,
en las Tierras de la
Vega,
en Castrillo de las
Piedras.
Allí es donde recuerda
que se va haciendo
niño,
cuando es pronto para
hacerse viejo
y ve la primera luz
que le vio nacer ,
la luz de Astorga.
Poema inédito, leído
en el final de La senda Leopoldo Panero en Castrillo de las Piedras.
Chema Rubio.
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