Todos alguna vez de nuestras vidas hemos querido tener hijos,aunque solo haya sido una vez lo hemos querido. Muchos para su felicidad los tienen, y otros los hemos tenido. Una sola vez ocurrió. Tuvimos un niño. Fue visto y no visto. Lo recuerdo en la burbuja del hospital. Eso fue en 1987 .Pasan los años, la cicatriz cada vez es más invisible. Pero la imagen que detiene el tiempo, es dolor, y nunca acaba del todo, y se recrudece cada vez que algún joven cerca muere.
Buenos días a todos y disfrutad de este tiempo que es nuestro.
Porque los ojos se quedaron en el hijo que mis manos no tocaron.
y tenía nombre: Álvaro Rubio García.
MUSICADAVER AL VIENTO
Sostenido vuelo de la carne
a la sombra adentro de la vida.
Polvo de Ángel, la vida se nutre
de muerte y expande ULCEFIERNOS.
Anuncio de grito cuerpo de viaje.
En humo y azufre: luz escondida
que penetra por las Cuencas -Inercia.
Divinidad materia de mi carne.
El que viene camino de la muerte,
con su sueño se va; Musicadaver.
Encuentro con el placer habitado.
Del polvo a polvo te hice, suerte
sin nombre te puse DESGRACIA.
Sin ojo mirada principio ni fin.
Un libro al que vuelvo con frecuencia es Mortal y Rosa de Francisco Umbral . Un diario donde novela la prematura muerte de su hijo de cinco años.

Fotografía de Umbral con su hijo, sacada de la web El Estado Mental
Buenos días a todos y disfrutad de este tiempo que es nuestro.
Porque los ojos se quedaron en el hijo que mis manos no tocaron.
y tenía nombre: Álvaro Rubio García.
MUSICADAVER AL VIENTO
Sostenido vuelo de la carne
a la sombra adentro de la vida.
Polvo de Ángel, la vida se nutre
de muerte y expande ULCEFIERNOS.
Anuncio de grito cuerpo de viaje.
En humo y azufre: luz escondida
que penetra por las Cuencas -Inercia.
Divinidad materia de mi carne.
El que viene camino de la muerte,
con su sueño se va; Musicadaver.
Encuentro con el placer habitado.
Del polvo a polvo te hice, suerte
sin nombre te puse DESGRACIA.
Sin ojo mirada principio ni fin.
Este poema lo escribí en 1997.En la calle, en casa , en los transportes públicos y también en
Fue publicado en el cuaderno “La Mano Busca Sin Cesar El Rayo” en 2001.
Un libro al que vuelvo con frecuencia es Mortal y Rosa de Francisco Umbral . Un diario donde novela la prematura muerte de su hijo de cinco años.

Fotografía de Umbral con su hijo, sacada de la web El Estado Mental
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