Como decíamos al principio, llegamos a la Capital de la Isla, de noche, donde nos recibe Alexandros, a la puerta del hotelito. Habla español, y será como nuestro guía, más bien será como un amigo., porque es un apersona entrañable, y él nos hizo ver, sin decirnos nada, que el sufrimiento ajeno que algunos turistas teníamos por los refugiados, ellos lo tenían todos los dias.
Ade Rincón en la población de Plomari.
Miles de refugiados invaden las
calles y parques de la capital de Lesbos con sus ropas lavadas y colgadas sobre
los árboles, en los bancos, o en las vallas y alambradas del puerto. Algunos,
suben a los barcos atracados y cuelgan sus ropas .Mientras se sientan a esperar
en el muelle. Los dueños de los barcos no aparecen por allí, no ponen obstáculos
a que los refugiados usen sus barcos. Nosotros
, mientras tomamos café, en un bar típico de la época colonial, con más de 100
años , pero que no lo parece si no fuera por los muebles , pasa algo raro a
nuestros ojos. Está lleno de palomas. Son techos altos de cinco metros, y allí
arriba tienen sus palomares. Suponemos que eso forma parte de la mezcla de Oriente
con Occidente.
Hemos llegado en época electoral,
Grecia es un hervidero de noticias. Hablamos de agosto de 2015, hace ahora un
año.
El alcalde de Lesbos, Spíros
Galinós, meses antes de las elecciones insto al gobierno griego a decretar el
estado de emergencia. No pasó nada. El gobierno estaba en funciones. Una semana
antes del día de las elecciones, el alcalde amenazó con no poner urnas si la
desidia gubernamental continuaba. Un día antes llegaron varios ferrys que se
llevaros alrededor de 8000 refugiados (el billete, 60 euros, lo pagaron ellos de su bolsillo) y el puerto adquirió otra imagen más bonita para los turistas y
más tranquila para los residentes sin tanta aglomeración, y sin tanta ropa
oscura, ropa tendida en las cuerdas de los barcos atracados en el puerto a modo
de señales, como si fueran las banderas de un pueblo que avanza cada vez más
pobre.
Luego llegaron las elecciones , Alexis
Tsipras volvió al poder y las soluciones no terminan de llegar. La capital se
iba pareciendo cada vez más a un polvorín a punto de estallar, tres días
después de las elecciones. Volvía a haber un amontonamiento de gentes que
invadían la ciudad. Cada rincón de la ciudad, cada parque, cada acera, vuelve a
tener rostro de refugiado y su
respiración silenciosa. Porque ni el sol, ni las fuertes tormentas, ni las
lluvias que caen fuerte , frenan a las gentes que vienen atravesando fronteras
y haciendo kilómetros en grupos muchas veces familiares.
Después de cenar, el pescado que llevan los mismos pescadores al restaurante pequeño del puerto.
Chema Rubio. Foto de Ade Rincón.
Alexandros, a la puerta del hotelito, nos despide igual que nos había recibido días antes. Una persona entrañable nos pareció a simple vista, y es que vive su vida de una forma natural, porque como él nos
dice, a mis 72 años, son los nietos mi única preocupación, porque el amor y las fuerzas de la vida quedan lejos. Nos llama a un taxi, al que nos recomienda que nos proteja No hay nada que temer , pero por si acaso. Está lloviendo. Y el taxista nos deja al lado de una comisaria.Otra persona como la mayoria de las gentes que hemos encontrado en Lesbos, que se hacen cargo del momento histórico que les está tocando vivir. Pero la historia la contarán los otros, los títeres de los grandes emporios internacionales. pero siempre nos quedará los poetas , y este texto es esencial para conocer el pueblo griego. Pienso.
Safo según Elytis: Visita a la antigua Lesbos:
Safo según Elytis: Visita a la antigua Lesbos:
Volviendo a la célebre poetisa Safo, que
residió una gran parte de su vida en Mitilene, escribió 600 años antes de
Cristo estas palabras que hoy nos sirven como entonces: “Unos dicen que un
ejército de jinetes, otros que una tropa de soldados, otros que una escuadra de
navíos es lo más hermoso sobre la negra tierra; en cambio, yo digo que aquel a
quien uno ama”
Hay una capilla ortodoxa, frente al aeropuerto (que solo algunos privilegiados , la mayoría sirios tendrán la fortuna de pisar) no será suficiente para tantos como necesitan guarecerse de la tormenta, pero es un alivio poder orar en otra religión, porque al fin y al cabo todas las religiones se resumen en una misma palabra: Respeto a la vida. En los soportales nos quedamos . Allí no nos mojamos, y además no queremos entrar a ver las maravillas , las muchas pinturas de siglos pasados, de madera policromada, que decoran sus paredes. No queremos molestar a las gentes que estan de camino a ninguna parte.
A nuestro amigo , el señor Alexandros lo pueden
ver en Fontana Rooms. Mytilini.
En España, las autoridades
hacen más bien poco por no decir nada. La mayoría de ellos están ocupados en sus aforamientos. Ah, y en las eternas elecciones. Por parte de algunos colectivos hace tiempo que están concienciando
a la población al prestar sus casas para refugiados. Lo que ahora falta son los permisos
del Ministerio de Asuntos Exteriores.
Mientras tanto la vida en Lesbos
es esperar. Esperar con el corazón encogido por la llegada del invierno, con el
cuerpo a la intemperie.
Estos dos relatos , Lesbos, La Isla Abandonada I- y- II , deberían terminar aquí.
Y ser solo eso, una aventura literaria. Es más, en el principio no había literatura, todo era un artículo periodístico. Escrito en Agosto -2015.
Como no interesó al medio que se lo propuse, pensé en no malgastar más energía según andan los medios hoy en día.
Si te interesa a ti estupendo, y si además quieres compartirlo sentiré que algo estamos haciendo bien , por poco que sea.
Madrid .Septiembre 2016.
Y ser solo eso, una aventura literaria. Es más, en el principio no había literatura, todo era un artículo periodístico. Escrito en Agosto -2015.
Como no interesó al medio que se lo propuse, pensé en no malgastar más energía según andan los medios hoy en día.
Si te interesa a ti estupendo, y si además quieres compartirlo sentiré que algo estamos haciendo bien , por poco que sea.
Madrid .Septiembre 2016.
Chema Rubio Velasco.
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