Antonio Lucas gana el Loewe entre 686 obras de 26 nacionalidades.
Cuando parece que España atraviesa por tiempos que nunca
debieron volver, y al dinero le da por naufragar de los océanos
bancarios, desapareciendo de comunidades ministeriales, cuando la
cultura es una palabra ruidosa , y la educación se pierde en los verdes
mares de las madres, viene una de las familias que apostaron por la
poesía a cumplir con otro año.
Luis Antonio de Villena presentó Los desengaños como “un libro muy
trabajado donde hay en él verso libre… endecasílabos blancos o poemas en
prosa, demostrando que se sostiene en la tradición …citando alguno de
los poetas en los que se apoya, como el francés René Char. La pérdida
del amor, la amada ausente que no se nombra y el diálogo entablado con
ella mantienen un tenso vínculo con un “claro elemento vitalista, de
persona que se enfrenta con la vida cotidiana en su pluralidad”. "Yo
llamaría al poemario de Antonio Lucas, de poesía rebelde, claramente
contra el sistema y hecho con literatura en estado puro.
ELENA MEDEL, CREACIÓN JOVEN
No es poesía social aunque la roza en algunos momentos, es poesía
feminista, de la forma en que la entendieron Sylvia Plath y Anne Sexton.
“Entre imágenes cinematográficas y evocaciones, la poetisa nos habla de
un libro que bucea en la madurez de la mujer de hoy y su comportamiento
en una serie de frustraciones y renuncias”. Esta “elegía a la
adolescencia” -también en palabras de Siles- nos trae en su título a un
célebre suicida y consigue utilizar unos rasgos poéticos “que no son los
habituales en nuestra lírica”.
La poesía tiene prestigio dice Antonio Lucas, pero no tiene
público… en un poema está todo… Ahí están los poemas/reportaje de José
Hierro. El mundo, sí, cabe en un poema: porque cabe su verdad, porque
cabe su trampa. A mí la poesía me permite descifrar el mundo y
descifrarme dentro de él. Por su parte Medel explicó que Chatterton es
un libro sobre “el fracaso y el desencanto de personas que creían que el
futuro iba a ser de una manera y resulta que ha sido otra muy
distinta”.
En estos días en que Madrid se está convirtiendo calle a calle, en
un vertedero de la fama como tiene escrito Aarón G. Peña, cuando la
tierra en la que vives es asolada por un frenesí de mentiras a la
española, llegan los poetas, y nos despiertan con sus juventudes
valientes ante el caos, y nos queda la palabra de Blas de Otero,
entonces se nos hace la poesía necesaria como el pan que cantara Celaya.